Esta mañana pasó una de dos cosas, en función del periódico que lees. Según El País, Israel atacó el norte de Gaza apenas seis horas después de declarar una tregua unilateral. En cambio, para los lectores de The Guardian, es Hamas el que sigue lanzando cohetes contra el sur de Israel, algo que no nos debería sorprender porque la organización terrorista en un principio se negó a sumarse a la declaración israelí. Vale la comparación porque ambos son diarios de centro izquierda y bastante críticos con la operación israelí, pero una cosa es ser crítico, y otra es abandonar la razón con tal de defender una posición ideológica e inamovible.
Al líder de Hamás, que no vive ni en en Gaza, ni en Israel, sino en Siria, no le parece, de momento, importar que el conflicto dure un poquito más, porque al fin y al cabo, sólo morirán algunos palestinos, y eso le servirá muy bien como propaganda, y aún más cuando medios como El País y Público siguen ideológicamente empeñados en culpar a Israel incluso de las acciones del que sueña con ser su verdugo.
Haría falta una investigación más profunda sobre las causas de los prejuicios antiisraelíes de una gran parte de la izquierda europea. En el caso de España es aún más preocupante, porque el gran propulsor de la conspiración judeomasónica fue un tal Francisco Franco, pero ahora es la izquierda que busca por debajo de las piedras con tal de demostrar que el mundo está controlado por un ilusivo lobby judío. En Facebook, se han creado grupos, de gente de la izquierda liberal que reivindica la causa de defender la democracia israelí, de todas formas, tienen todavía un escaso seguimiento.
Gian Antonio Stella, de La Repubblica, nos ofrece un interesante análisis del antisemitismo en la izquierda europea. El periodista cita al historiador de la Universidad de Venecia, Gadi Luzzatto Voghera, quien afirma en el libro, "El antisemitismo de la izquierda", que el mito del judío capitalista, rico e usurario entra en el imaginario de cierta parte de la izquierda en la segunda mitad del siglo XVIII y nunca se ha eliminado del todo. Stella cita a Piero Fassino, para afirmar que presentar a Israel como un país agresor, militarista, o incluso 'fascista'-, como ha sido el caso en algunas de las recientes manifestaciones islamoizquierdistas de Madrid-, es tan rídiculo como negarse a reconocer que Israel es una sociedad democrática. Termina citando a Adriano Sofri quien rechaza la ambigüedad de un sector tan grande de la izquierda y a continuación afirma que "no podemos confiar en Europa, y aún menos amarla, si no amamos al Estado de Israel y a su pueblo diverso, valiente, y a la vez asustado. A todo el pueblo, y no sólo a la admirable minoría de pacifistas, de reservistas objetores de conciencia, los que conviven con los árabes israelíes y palestinos, las mujeres que defienden la vida y otro tipo de coraje, los intelectuales que honran la verdad y no la someten al concepto de una nación..."
pd. A punto de publicar este post, veo que Hamas ha anunciado un alto el fuego, con la condición de que Israel salga del territorio dentro de un plazo de una semana. Ya veremos si ahora cooperan para establecer unas condiciones de seguridad que hagan posible una retirada israelí y una paz duradera.
domingo, 18 de enero de 2009
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