lunes, 2 de febrero de 2009

Los israelíes piden mayor dureza ante Hamás

Hamás ha vuelto a atacar este domingo al sur de Israel con dos cohetes y varios morteros . El resultado ha sido dos heridos por el lado israelí y la respuesta del Primer Ministro, Ehud Olmert, quien ha asegurado que su gobierno responderá con dureza.

Continua la campaña electoral en Israel, y el partido conservador, Likud, sigue ganando popularidad tras un conflicto en el que los líderes del partido oficialista, Kadima, han jugado su prestigio pero no han logrado convencer a la opinión pública de que sean los que mejor defenderán la seguridad del país. Según el editorial del Jerusalem Post, los votantes ya no se fían de Kadima como interlocutor fiable en las negociaciones con la autoridad palestina de Mahmoud Abbas. Según este editorial, Kadima estaría ya dispuesto a transferir a los palestinos diversas poblaciones al este, norte y sur de Jerusalén, y de entregar varios sitios sagrados a la custodia internacional, incluyendo el Muro de Lamentaciones y el Monte del Templo.

Según el Washington Post, sigue el debate sobre si Olmert paró la ofensiva a Gaza demasiado pronto. Esa es la opinión del candidato de Likud, Benyamin Netanyahu, que promete terminar el trabajo si gana las elecciones en marzo con el fin de eliminar completamente la base de terror que Irán ha establecido en la franja.

Haaretz informa sobre las declaraciones del embajador de Israel en Australia ante una audiencia de la comunidad judía de Sidney, en la que afirmó que la operación en Gaza sólo se trataba de la antesala al desafío que supone la carrera nuclear de Irán, y una prueba de la voluntad de Israel de actuar de forma decisiva frente a cualquier amenaza externa.

Efraim Inbar escribe un artículo en el Jerusalem Post en el que critica el trabajo internacional de reconstrucción en Gaza ya que transmite la señal equivocada a los palestinos de que su administración puede cometer errores graves, y que la comunidad internacional siempre estará dispuesta a rescatarlos. El periodista sugiere que en cualquier caso, gran parte del dinero que se invierta se perderá en corrupción, y que hubiera sido más sensato apoyar a la Autoridad Palestina de Mahmoud Abbas como ejemplo de lo que se puede conseguir si se deja de atacar a Israel.